POR SAMUEL SARMIENTO
Todo el año, políticos y funcionarios presumen la importancia productiva, económica y social del campo, con frases como que “el campo son los pies que sostienen al país”, que somos el 11vo productor mundial de alimentos, el 3ero en América Latina o el 7mo país exportador, sin embargo, se les olvida cuando llega el momento de resolver la comercialización de los granos y evaden su responsabilidad.
Esa es precisamente la función de SEGALMEX, asegurar el desarrollo de las actividades primarias, lo que implica facilitar la comercialización y lograr ingresos rentables para los productores, principalmente para los pequeños y medianos.
Por eso, es increíble que en 1 mes inician las trillas de maíz y trigo y todavía no se han cerrado la negociación de las Bases, que es un elemento fundamental de la Agricultura por Contrato y del ingreso del productor.
La reunión de la semana pasada con SEGALMEX fue un insulto para los productores de trigo, ya que la propuesta de los funcionarios fue elevar la Base del trigo panificable de 29 a 31 dólares, es decir, duraron casi 1 mes para volverse a reunir y sólo aumentaron 2 dólares.
Con esta propuesta, el ingreso del productor de trigo rondaría los $5,600 por tonelada, comparado con los $8,500 del año pasado. Afortunadamente, el Precio de Garantía de Medianos Productores de Trigo Panificable es de $6,938 por tonelada, pero aun así es insuficiente para lograr un mínimo de rentabilidad.
En el caso del maíz, la situación es igual de crítica, con la Base de 61 dólares propuesta por SEGALMEX, el ingreso al productor rondaría los $5,700 por tonelada, comparado con los $7,000 del año pasado.
Mientras que los costos de producción siguen en ascenso y las cotizaciones de la Bolsa de Chicago van en picada.
Según FIRA, producir una hectárea de maíz cuesta $50,119 y una de trigo $30,581 sin considerar la renta, esto significa que, en el último año, el costo de producir maíz se incrementó 30% y el de trigo 25%.
Por otro lado, en los últimos 12 meses, las cotizaciones de maíz bajaron 20% (-62 dólares) y el trigo -33% (-132 dólares).
Es por eso, que los productores tienen 3 variables en contra:
1.- El aumento de los costos de producción.
2.- El desplome de los precios internacionales.
3.- Un Gobierno Federal que, aunque tiene 57% más de presupuesto que en el 2018, sigue desmantelado las instituciones del campo, el ejemplo más reciente es la eliminación de la Financiera Nacional.
En contraparte, las propuestas de los productores son:
- Que SEGALMEX implemente un Programa de Precios de Garantía para Medianos Productores de $7,000 por tonelada de maíz.
- Que el Programa de Garantía del Trigo Panificable para Medianos Productores aumente de $6,938 a $8,000 por tonelada.
En ambos casos, las propuestas no afectarían a los consumidores porque el mercado ya absorbió estos precios desde el año pasado.
En conclusión, el Frankenstein de SEGALMEX poco o nada ha servido para ordenar el mercado de los granos y sólo ha facilitado la corrupción, que según la Auditoría Superior de la Federación (ASF), asciende a más de 15,000 millones de pesos.
Es lamentable que el Gobierno Federal no entienda que del campo depende la cantidad, la calidad y los precios de los alimentos, pero también, nuestra salud, la salud del medio ambiente y la autosuficiencia alimentaria.
Por eso, le pregunto estimado lector, sí la escasez es lo que originó la inflación en los alimentos, entonces, ¿nos conviene que el Gobierno Federal apoye a los productores? yo creo que sí.
