El ejército israelí ha confirmado la muerte de Hashem Safieddine, posible sucesor de Hasán Nasralá al frente de Hezbolá, durante un bombardeo en el sur de Beirut a principios de octubre. Este golpe es un duro revés para el movimiento islamista libanés, ya debilitado por la muerte de su anterior líder y otros altos mandos.
Impacto en Hezbolá y la guerra en Gaza
El anuncio se hizo el mismo día en que Antony Blinken, secretario de Estado de EE. UU., visitaba Israel. Blinken destacó que la reciente eliminación de Yahya Sinwar, líder de Hamás, el 16 de octubre, representa una oportunidad para poner fin al conflicto en Gaza. Israel había estado investigando el paradero de Safieddine desde los bombardeos del 4 de octubre, pero la confirmación de su muerte llegó ahora.
Hezbolá, por su parte, aún no ha confirmado oficialmente la muerte de Safieddine, quien era uno de los líderes más importantes dentro del Consejo de la Shura, el máximo órgano de decisión del grupo chiita proiraní. Safieddine era visto como el sucesor más probable de Nasralá, quien falleció el 27 de septiembre en otro ataque israelí cerca de Beirut.
Bombardeos israelíes continúan en Líbano
La ofensiva israelí no se ha detenido. El martes por la noche, aviones de combate de Israel bombardearon el sur de Beirut, bastión de Hezbolá, donde gran parte de la población ya había sido evacuada. Estos ataques se suman a las operaciones terrestres en el sur de Líbano, iniciadas el 30 de septiembre, con el objetivo de neutralizar a Hezbolá y permitir el regreso de los 60.000 desplazados por los continuos lanzamientos de cohetes.
Hezbolá respondió el martes afirmando que había lanzado drones contra una base militar israelí cerca de Haifa y destruido siete tanques en la frontera. Israel también intensificó sus ataques, alcanzando oficinas de la sociedad de microcréditos Al Qard al Hassan, vinculada a Hezbolá, y eliminando a un alto funcionario encargado de las finanzas del grupo en Siria.
Consecuencias humanitarias
Desde el inicio de la guerra, el 23 de septiembre, los bombardeos israelíes han dejado al menos 1.552 muertos en Líbano, según cifras oficiales. Además, la ONU informó que cerca de 700.000 personas han sido desplazadas debido a la escalada del conflicto.
En Gaza, la ofensiva israelí ha cobrado la vida de 42.718 personas, según el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás. El ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 provocó la muerte de 1.206 personas, en su mayoría civiles, y 97 de los 251 secuestrados siguen cautivos en Gaza.