Hugo López-Gatell, exsubsecretario de Salud, cuestionó al titular de la SEP, Mario Delgado, por involucrar a empresas como Bimbo, Coca-Cola y Nestlé en el programa para eliminar alimentos ultraprocesados de las escuelas. Lo comparó con prácticas de gobiernos anteriores, argumentando que cede poder de decisión al sector privado.
Reunión polémica con la industria
El 9 de abril, Delgado se reunió con 27 empresas agrupadas en el Consejo Mexicano de la Industria, acordando su participación en donaciones de básculas y materiales educativos. Gatell advirtió que esto las convertiría en «copropietarias» del programa «Vive saludable, vive feliz», permitiéndoles influir en las políticas públicas.
Riesgo de conflicto de interés
El epidemiólogo alertó que las empresas podrían distorsionar el programa con «pseudociencia» para proteger sus intereses, especialmente en contenidos sobre actividad física. Señaló que, al aportar recursos, exigirán modificar iniciativas que afecten sus productos ultraprocesados.
Debate sobre autonomía en políticas públicas
Gatell enfatizó que la salud escolar debe ser dirigida exclusivamente por el gobierno, sin compartir decisiones con «el poder económico». Criticó que la SEP legitime a estas empresas como fuentes de «investigación científica», cuando su objetivo es defender su mercado.
Antecedentes y contexto
La crítica refleja tensiones recurrentes entre salud pública e intereses corporativos. Gatell, figura clave durante la pandemia, insiste en que estrategias similares en administraciones pasadas favorecieron a la industria. El caso revive el debate sobre quién debe regular la alimentación en escuelas: el Estado o los fabricantes.