CREDITOS DE LA NOTA SAMUEL SARMIENTO.
Este sábado en su visita a Sinaloa, el Presidente de la República prefirió las porras, mantas y consignas de apoyo de los siervos de la nación en el salón 53 (que, por cierto, los siervos de la nación son funcionarios del Gobierno Federal, es decir, son aplaudidores pagados, al más puro estilo de los emperadores romanos, en esa mezcla de poder y teatro), bueno pues, prefiero los aplausos que reunirse con los productores de alimentos de Sinaloa, a quienes en campaña los señalaba como los héroes del país por su trabajo.
Este sábado, el único anuncio que hizo el Mandatario fue que SEGALMEX compraría 1 millón de toneladas de maíz a un precio de $6,965 lo que, sin lugar a dudas, son buenas noticias para el campo, pero no resuelve el problema de la comercialización, y ni hablar del trigo, porque ni siquiera lo mencionó.
Hay que recordar que al inicio del ciclo otoño-invierno 2022-2023, en gira por Sinaloa, el Presidente les solicitó a los productores que aumentaran la superficie de maíz para estabilizar el precio de las tortillas.
Los productores sinaloenses respondieron al llamado y sembraron 518,265 hectáreas de maíz blanco, por lo que a un rendimiento de 11.8 toneladas por hectárea, se estima una oferta de más de 6 millones de toneladas de maíz.
Por lo que, el millón de toneladas de maíz que podría comprar SEGALMEX, de las cuales, todavía no hay Reglas de Operación, representarían sólo el 17% de la producción total, quedando fuera de la estrategia de comercialización el 83% del volumen, es decir, 4 de cada 5 toneladas están en riesgo de no tener un precio garantizado que les permita a los productores cubrir los costos y obtener un margen de utilidad.
Por lo anterior, los productores y sus organizaciones dieron como ultimátum el 10 de abril para que se resuelva la comercialización de los granos básicos, mientras continuarán con la exigencia de un precio de garantía de $7,000 por tonelada de maíz para las 6 millones de toneladas y que el precio de garantía del trigo panificable se incremente de $6,938 a $8,000 por tonelada.
Habrá quienes piensen que este es un problema sólo de los productores, pero no es así, nos involucra a los 3 millones de sinaloenses…
En primer lugar, porque si los productores sinaloenses reducen la producción de maíz o trigo, se dispararían los precios de las tortillas y del pan, pero también, aumentarían los precios de la carne, la leche, el queso o los huevos, ya que los granos sirven son insumos del ganado.
En segundo lugar, porque la producción de maíz vale más de 35,000 mdp que se dispersan en la economía estatal en los 3 meses que dura la cosecha, beneficiando directamente a más de 20 mil productores, con efectos multiplicadores en el resto de los sectores económicos, como la industria, transporte, restaurantes, comercio y servicios financieros.
Y, por otro lado, el trigo representa alrededor de 2,400 mdp que se dispersan en poco más de 6 mil productores del norte del estado.
En conjunto, ambos cultivos, el maíz y el trigo, significan el 58% del valor de todo el sector agrícola de Sinaloa.
Cabe señalar que, el año pasado, desde el mes de enero ya estaban gestionadas las Bases y la Agricultura por Contrato, y hoy estamos a 3 semanas de que inicien las trillas y todavía prevalece la incertidumbre en el campo sinaloense.
Concluyo con una reflexión, “detrás de cada alimento que llega a nuestras mesas, está el trabajo y el esfuerzo de miles de productores”, eso significa que, si el campo no produce, la ciudad no come.
Seamos solidarios con la lucha de los productores.