El Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, expresó su inquietud tras el descubrimiento de explosivos caseros en diversas zonas de Culiacán. Los artefactos, fabricados de manera artesanal con tubos, pólvora y clavos, han encendido las alarmas de las autoridades, quienes están en estrecha coordinación con especialistas en explosivos para monitorear y neutralizar cualquier amenaza.
Artefactos improvisados y peligrosos
Rocha Moya explicó que, aunque algunos de estos explosivos no han detonado, su fabricación rudimentaria representa un serio peligro. «Si bien no todos explotan, es una situación que nos mortifica. Estos artefactos caseros pueden incluir clavos y otros materiales peligrosos. Se colocan en tubos, se sellan y luego los arrojan», detalló el gobernador.
Uno de los casos recientes ocurrió el 3 de noviembre en el sector Valle Alto, donde se encontró un explosivo con pólvora, que fue detonado a cielo abierto por las autoridades. Sin embargo, el artefacto ubicado afuera de la Novena Zona Militar no contenía pólvora, según explicó Rocha Moya.
Coordinación con expertos en desactivación
El gobernador señaló que ya ha dialogado con el General Briseño de la Tercera Región Militar para entender mejor la situación. «El General me explicó que estos explosivos se elaboran con materiales muy simples y no tienen un gran alcance, pero generan un clima de temor entre la población», indicó Rocha Moya.
A pesar de la naturaleza rudimentaria de estos artefactos, el riesgo sigue siendo motivo de preocupación. «Son indicios que no podemos ignorar, debemos estar atentos y actuar con rapidez», subrayó el mandatario.
Un solo explosivo en Valle Alto
El Secretario de Seguridad Pública Estatal, Gerardo Mérida Sánchez, aclaró que, a pesar de los reportes de varias detonaciones en el sector Valle Alto el 3 de noviembre, solo hubo una explosión confirmada. Los demás sonidos que escuchó la población podrían haber sido el resultado de una persecución que involucró disparos.
Conclusión
El hallazgo de estos explosivos caseros ha generado preocupación en las autoridades de Sinaloa, quienes trabajan para garantizar la seguridad de la población. Aunque estos artefactos no cuentan con un gran poder destructivo, su presencia crea una atmósfera de miedo que las autoridades están decididas a controlar.