Eso quiere decir, que el aumento de un solo bien no es inflación, aunque hay algunos bienes como el petróleo, que impactan al resto de las mercancías de la economía, ya que todas las personas y los bienes nos movemos con la quema de combustibles fósiles.
A la inflación se le considera como el cáncer de la economía, ya que por un lado reduce el poder adquisitivo de las familias y por otro, afecta la eficiente distribución de los recursos económicos, por ejemplo, si en la economía hay incertidumbre, las empresas serán más cautelosas al momento de impulsar nuevos proyectos que generen empleos, y las familias al momento de decidir entre gastar, ahorrar o invertir, afectando la productividad de la economía.
También, a la inflación se le considera como un impuesto regresivo, ya que impacta más a los más pobres, literalmente devorando el ingreso de las familias, lo que significa que cada mes pueden comprar menos mercancías y servicios.
En las últimas 2 décadas, gracias a la responsabilidad y a la autonomía del Banco de México, hemos tenido una inflación de menos de 1 dígito, es decir, menos del 10%, sin embargo, los que somos contemporáneos recordarán que, a finales del sexenio de Miguel de la Madrid, en 1988 tuvimos una inflación del 176%, que fue la más alta de la historia de México.
Actualmente, la inflación se está desacelerando como resultado de los aumentos de la tasa de interés del Banco de México, que ya se ubica en 11.25%, encareciendo el precio del dinero (créditos) y limitando el crecimiento económico y los empleos.
Sin lugar a dudas, la inflación será 1 de los 3 pendientes económicos del Presidente de la República, los otros dos son la falta de crecimiento económico (0.1% promedio anual) y la falta de empleos (se han generado sólo 1.2 millones de empleos en más de 4 años).
Según el INEGI, la inflación mensual de marzo fue de 0.27%, por lo que la acumulada enero-marzo del 2023 se ubicó en 1.51%, mientras que la inflación anual se ubicó en 6.85%, comparado con el 7.45% del año pasado.
Como se observa, se ha desacelerado la inflación, pero sigue siendo la inflación más alta de los últimos 4 sexenios.
Además, se ha disparado la inflación en el rubro de alimentos, bebidas y tabaco. El año pasado era de 10.08% y este año se ubica en 12.95%, lo que es casi el doble de la inflación general (6.85%) y es precisamente la compra de alimentos el rubro más sensible para las familias, porque podrán evitar comprar un televisor nuevo, ropa, calzado, salir a comer con la familia, hasta dejar de pagar la colegiatura, el agua, la luz o tomar un camión menos, caminando un poco más, pero las personas no pueden dejar de comer y ese es el rubro que más se ha incrementado en los últimos 12 meses.
Cabe señalar que, Culiacán, la capital de Sinaloa con más de 1 millón de habitantes, se encuentra entre las 22 ciudades con mayor inflación del país. En Culiacán, la inflación es del 7.25%, comparado con la media nacional de 6.85%.
“En algo teníamos que ser de los primeros lugares”, ¡ah también estamos entre las 10 ciudades con más homicidios del país!
Los 3 municipios con mayor inflación son: Jacona, Michoacán 8.95%; Mérida, Yucatán 8.80%; y, Tehuantepec, Oaxaca 8.59%. Mientras que los 3 municipios con menor inflación son: Monclova, Coahuila 5.27%, Cd. Jiménez, Chihuahua 5.46%; y, Querétaro 5.72%.
Por eso, le pregunto estimado lector:
Como familia, ¿qué han tenido que han tenido que hacer para enfrentar el aumento de los precios?